El gobierno – a casi dos meses del anuncio – finalmente creó la intervención Hambre Cero, con la finalidad de contribuir en la reducción de brechas de inseguridad alimentaria de manera focalizada, ante el contexto del COVID-19.
En ese sentido, la estructura del programa constará de tres componentes: (i) Desarrollo Productivo, (ii) Apoyo Alimentario; y, (iii) Articulación Territorial, cuya implementación se sustenta en la priorización de intervenciones con enfoque territorial según objetivos estratégicos, resultados esperados y criterios de focalización.
Hambre cero es una acción, que busca cumplir con los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
Y esa línea, la intervención busca, para el año 2030, poner fin al hambre y a todas las formas de malnutrición y asegurar el acceso a alimentación saludable.
Asimismo, duplicar la productividad agrícola y los ingresos de los pequeños productores, y asegurar la sostenibilidad de los sistemas de producción de alimentos.
Este programa será liderado por el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (MIDIS) en estrecha coordinación y articulación con los diferentes sectores competentes.
Lea También: