Silvano Oblitas Cántaros Tolentino (19) llevaba un tatuaje impregnado en la pierna izquierda a la altura de la canilla. De esa manera, sus hermanos, Jhon y Janet, pudieron reconocerlo pese al avanzado estado de deterioro de su cuerpo.
Se trata de dos manos unidos por el dedo meñique sobre una esfera de color rojo, que se habría tatuado en señal de unidad con un ser querido y que ahora sirve para que sus seres queridos lo identificaran.
Como se sabe, la mitad del cuerpo de Jackiel, devorado por los animales, en el lugar donde resulto arrojado desde lo alto de un puente.
“Queridos amigos merecen saber. Mis dos hermanos ya me dieron la noticia. Lamentablemente mi hermano Silvano Cántaro lo encontraron sin vida. Dentro de dos o tres días estarán llegando a Huánuco” escribió Amelia Cántaro.
Los restos de Silvano continúan en Colombia donde le vienen realizando diversos exámenes para identificarlo científicamente y repatriarlo a Perú para darle cristiana sepultura.
Como se sabe, dos sujetos extranjeros arrojaron del puente al huanuqueño, sin motivo alguno, en Colombia, adonde había viajado junto a un venezolano y colombiano para comprar ropa y emprender un negocio.
El video del crimen se difundió en las redes sociales y se viralizó en minutos hasta que familiares lo reconocieron.
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